La eternidad de la vida
Daisaku Ikeda

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El jigage es un canto de alabanza al "yo superior" Ha comenzado a asomar el sol del nuevo siglo, en el cielo del mundo y en el firmamento inmenso de nuestro corazón. La SGI es el sol del mundo. Por lo tanto, cada uno de nosotros posee una existencia luminosa como el sol. El resplandor de nuestra vida ilumina el hogar, la comunidad y toda la sociedad. El sol brilla con luz propia. Es una bola incandescente de fuego. Nichiren Daishonin dice: "En el pecho del Buda anida un gran fuego". Es el "fuego de la gran misericordia" que lo compele a mezclarse con los que luchan en medio del sufrimiento, para erradicar su dolor. Es la luz de la gran sabiduría del Buda, que existe para guiar a todas las personas a la iluminación. El fuego del Buda arde eternamente. Jamás, jamás se extingue. El Daishonin dice que aunque todo el mundo quedase sepultado bajo las aguas, aunque fuese arrasado por una inundación, este fuego impresionante no se apagaría nunca. El Buda sigue iluminando la vida de las personas eternamente, por todo el futuro. La fuente de esta luz es el capítulo "Duración de la vida de El Que Así Llega" (désimosexto) del Sutra del Loto. Y la parte en verso con que concluye el capítulo, el jigage, contiene la llama inextinguible de la inmensa misericordia del Buda y la luz de su inmensa sabiduría. Ahora, por fin, comenzaremos a estudiar el jigage. En esta disertación, analizaré el significado de esta parte en sí.

¿Qué es el jigage? En primer lugar, ¿qué significa la palabra ge, en la palabra jigage? Es una transcripción fonética del vocablo sánscrito gatha, que a veces se escribe keta o kada. Concretamente, quiere decir ‘verso’. Para decirlo de otro modo, se le llama ge al texto que relata las enseñanzas del Buda o que ensalza las virtudes del Buda y de los Bodhisattvas por medio de versos o de expresión poética. Ge son las escrituras budistas que, por su ritmo poético, resultan fáciles de recitar y de memorizar. Ya que este ge comienza con las palabras ji ga toku butrai, se lo denomina "jiga-ge". El poeta inglés Percy Bysshe Shelley (1792-1822) observó: "Un gran poema es una fuente perenne, que derrama las aguas de la sabiduría y del deleite". El jigage es, en verdad, un manantial eternamente inextinguible de contento y de sabiduría. Es un auténtico himno triunfal de libertad. El beneficio que acumulan los que leen y recitan el jigage es enorme, inmensurable. Nichiren Daishonin dice que el jigage "representa el alma de los veintiocho capítulos del Sutra del Loto". Y también señala: Los Budas de las diez direcciones contemplaron al jigage como su maestro y lograron la Budeidad. El jigage es como un padre y una madre, para las personas del mundo. Quien abraza el capítulo "Juryo" del Sutra del Loto hereda la vida de los budas. Enseña que la vida de todos los budas del pasado, presente y futuro, y de las diez direcciones fluye inextinguiblemente a través de cada una de nuestras vidas. En consecuencia, indica, ser enemigo de quien abraza el jigage es lo mismo que ser enemigo de todos los budas a lo largo de las tres existencias de pasado, presente y futuro. ¿Cuál es la vida del Buda contenida en el jigage que ensalza el Daishonin con tanta elocuencia? La parte en prosa del capítulo "Duración de la vida" que estudiamos la vez anterior, concluye con las palabras: "En ese momento, el Honrado por el Mundo, con el deseo de reiterar una vez más su intención, comenzó a predicar en forma poética y dijo estos versos…" La enseñanza que expone el Buda en la parte en prosa se repite en el jigage del capítulo "Duración de la vida". Podría decirse que esta última parte surge del espíritu resuelto del Buda para transmitir dicha enseñanza sea como fuere, y permitir que todas las personas la comprendan. Pero el jigage no se limita a repetir la enseñanza de la parte en prosa. Está destinado, en forma mucho más explícita, a las personas del futuro, y vibra mucho más poderosomente con la misericordia del Buda.

El jigage está dirigido al futuro y al género humano La parte en prosa del capítulo "Duración de la vida" revela la vida eterna de Shakyamuni. Esclarece que él alcanzó el Camino hace mucho tiempo, en el remoto pasado, y revela que ha seguido enseñando sin cesar a las personas de este mundo saha durante el intervalo transcurrido desde el logro de su iluminación. Y, en bien de las futuras generaciones, explica que la duración de la vida del Buda es tan vasta, que él "constantemente [ha vivido] aquí sin jamás entrar en la extinción". Sin embargo, el jigage amplía mucho más estas palabras dirigidas al futuro y canta loas mucho más enfáticas a la vida inextinguible del Buda. Esta es la interpretación del gran maestro T’ien-t’ai de la China. El jigage explica que cada vez que las personas ansían al Buda, éste aparece en el mundo, y que la tierra donde él se manifiesta pasa a ser una tierra de Buda, de paz y de tranquilidad. Pero si el Buda constantemente vive en este mundo, si nunca entra en la extinción, ¿por qué no pueden verlo las personas? ¿Y qué pueden hacer para ser capaces de verle? Todo esto se explica en el jigage. Podría decirse que esta parte del capítulo revela la clave para formar un profundo vínculo entre el Buda y los discípulos de espíritu de búsqueda, ese lazo eterno de maestro y discípulo que existe a través del pasado, presente y futuro. Como mencioné antes, Shakyamuni comienza a predicar el capítulo "Duración de la vida" en respuesta a una pregunta que le plantea el bodhisattva Maitreya. Pero el capítulo "Duración de la vida", tomado en su totalidad, no se expuso sólo en beneficio de Maitreya ni de los demás participantes de la asamblea. Por el contrario, es una enseñanza claramente expuesta para los pueblos de las épocas venideras, es decir, para nosotros. En consecuencia, los verdaderos interlocutores del capítulo "Duración de lavida" son todas las personas del mundo en la época posterior a la muerte de Shakyamuni y, en particular, las del Último Día de la Ley. El jigage, en realidad, es un mensaje para las generaciones futuras de la humanidad. También, como ya sabrán, el último verso del jigage explica el constante deseo del Buda: "¿Cómo puedo hacer para que los seres vivientes puedan ingresar en el camino insuperable y adquieran rápidamente el cuerpo de un buda?". El jigage, en su totalidad, irradia el misericordioso deseo del Buda de permitir que todas las personas, pase lo que pase, establezcan en su corazón un estado de vida de felicidad genuina y profunda. Cada palabra del jigage está impregnada de la misericordia del Buda, para permitir que toda la gente revele su Budeidad. Desde el punto de vista del Budismo de Nichiren Daishonin, todos somos entidades de la Ley Mística. Todas las personas son budas. Y el jigage proclama los beneficios que adquirimos cuando abrimos nuestros ojos y tomamos conciencia de esta verdad. La parte del jigage nos exhorta profundamente, a cada uno de nosotros, a que avancemos por el camino de la verdad y de la felicidad genuina que, como se esclarece en la parte en prosa, está abierto a todas las personas. El Daishonin afirma que cada ideograma del Sutra del Loto es un "Shakyamuni de oro", . Y explica que cuando leemos o recitamos el jigage , que totaliza 510 ideogramas de oro, cada uno de esos caracteres se convierte en un sol y en un buda, que ilumina todos los mundos y el universo entero y que guía a todos los seres humanos a la felicidad. El jigage ilumina la vida de todas las personas. Todos los días, por la mañana y por la tarde, recitamos esta escritura que es el tesoro supremo del género humano. Por lo tanto, nuestro beneficio es tan inmenso que supera toda medida. No sólo recitamos el jigage, sino que también lo ponemos en práctica y demostramos su veracidad. Estamos comunicando y difundiendo el beneficio del jigage a todas las personas. Nichiren Daishonin y todos los budas de las tres existencias y de las diez direcciones sin duda están encomiando nuestro esfuerzo. ¡Es espléndido! ¡De veras, qué afortunados somos!

El jigage representa la propia vida Decir que cada ideograma es un buda equivale a afirmar que el jigage expresa la vida del buda en su totalidad. En el "Ongi Kuden" (Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente), el Daishonin declara: El ji (‘yo’) de ji ga toku butrai ("Desde que logré la Budeidad…") representa el comienzo, mientras que el shin (‘cuerpo’) de soku joju butshin ("adquieran rápidamente el cuerpo de un buda") representa el final. En otras palabras, el jigage dilucida el yo, la identidad, desde el comienzo hasta el fin [ya que ji más shin forman la palabra "uno mismo"]. En otras palabras, el Daishonin enseña que el jigage explica, desde el comienzo hasta el fin, el "yo", la identidad o la vida del Buda. Nichiren Daishonin indica que todo el texto del jigage, comprendido entre los ideogramas ji y shin se refiere, en su totalidad, a las acciones y la conducta del "yo". Así pues, el "Ongi Kuden" dice: "El jigage representa el ‘cuerpo que libremente recibe y emplea’ o el ‘cuerpo de la alegría ilimitada’". El cuerpo o "yo" que "libremente recibe y emplea" se refiere a comprender que todo el universo es, en realidad, "uno mismo", que "recibe y emplea" libremente el poder de la Ley Mística, manantial de la vida universal. En otras palabras, el Daishonin indica aquí que el jigage expresa el estado de vida de absoluta libertad del mismísimo Buda original. El jigage esclarece el vasto estado de vida eterno de indestructible felicidad, libre de toda restricción, que existe para siempre y que actúa libre y jubilosamente por todo el universo. El "cuerpo que libremente recibe y emplea" también se refiere al aspecto físico corriente que adopta un Buda. Indica la forma de un ser humano común, en contraste con la de un buda que adopta atributos augustos. El segundo presidente de la Soka Gakkai, Josei Toda, decía que el jigage era "la escritura del Buda mismo y la escritura de nosotros mismos". Podría decirse que el jigage es un poema que ensalza el "yo superior" o "verdadera identidad" y que canta loas al estado de vida totalmente libre de este "yo". El Daishonin afirma: "El ejemplo de una persona representa la verdad imparcial inherente a todos los seres humanos". El jigage celebra el "yo" del Buda original de kuon ganjo y, al mismo tiempo, elogia nuestro propio "yo", nuestro ser. "Canto de mí mismo". Con estas palabras, Walt Whitman, poeta del pueblo norteamericano, inicia su himno triunfal a la humanidad, Hojas de hierba. Con palabras ardientes de fuerza y de convicción, proclama: Me veo en todos los hombres, Y ninguno es más ni menos que yo [...] Sé que soy sano y vigoroso [...] Sé que soy inmortal [...] Sé que soy augusto [...] Yo existo como soy, y eso basta. Whitman también percibió una luz sacra y nobilísima dentro del ser humano, dentro del yo. Su espíritu resuena, en verdad, con el del jigage. El Budismo enseña el camino por el cual todas las personas pueden tomar conciencia de este "yo superior" que todo hombre posee en forma primigenia. Poco después de iniciar su "travesía de propagación", Shakyamuni exhortó a un joven a quien conoció en los bosques: "Sal en busca de tu identidad". "¡Sal en busca de tu identidad!" "¡Conoce al que eres de verdad!" "¡Comienza a cavar allí donde tienes posados los pies!". Aquí yace la fuente de la felicidad y el camino de la esperanza. El presidente Toda siempre alentaba a las personas a "vivir fieles a sí mismas", a "vivir su propia vida": Aunque sufran de pobreza, aunque fracasen en los negocios, aunque estén destrozados por la discordia conyugal, aunque caigan sobre un brasero de carbón y se quemen, en última instancia todos esos sufrimientos constituyen su propia vida, la vida de ustedes. Son manifestación de los fenómenos vivientes que constituyen su identidad. Cuando uno ve las cosas de este modo, comprende que todo lo que nos sucede en el curso de la existencia cotidiana son cambios que afectan nuestra vida. Por ende, lo importante es tratar de generar cambios que cada vez sean más y más positivos, y hacer esfuerzos incesantes para consolidar la felicidad. [...] La clave en esto pasa por vivir fiel a uno mismo. [...] En realidad, hay que comprender que no hay otro camino más que ser fiel a uno mismo. Es un grave error vivir basados en otras personas o en las circunstancias ajenas, o pensar "Todo andaría bien si Fulano fuese así o asá, si Mengano hiciera tal o cual cosa...", "Si el mundo fuera de tal manera, qué feliz sería yo". ¿No creen? Uno podrá ir adonde quiera, pero jamás podrá escapar de sí mismo. La felicidad y el sufrimiento, todo en la vida está contenido dentro de la expresión "uno mismo". En última instancia, la victoria o la derrota en la vida se reducen a una cuestión: disciplinar y dignificar esa entidad ineludible, inexorable, que se denomina "el yo".

Un "Año de la Gran Victoria" alegre y jubiloso Uno no debe poseer un yo débil, que ande a la deriva de aquí para allá, según cambie la dirección del viento. La persona que, en cambio, logra distinguir profundamente entre lo verdadero y lo falso y que establece una sólida indentidad jamás se dejará influir por los rumores o por las palabras triviales. Hay que cultivar una identidad indestructible. El jigage elogia el prodigio, la grandeza de un "yo verdadero", de una identidad basada en la convicción de que uno mismo es un buda en sentido primordial. El año pasado, cuando estuve en Nepal, hablé con un grupo de niños de una aldea cercana a Katmandú, sobre una colina que daba a las bellas cumbres de los Himalayas. Todos eran niños inteligentes, encantadores. Tenían una expresión radiante en el rostro, una mirada encendida. Y les dije: "Al Buda lo criaron ante el panorama de estos grandes Himalayas. El se empeñó en llegar a ser grande como estos picos. El se cultivó a sí mismo, para ser un hombre victorioso y de dignidad imponente". "¡Construyan ustedes también una identidad tan majestuosa como los Himalayas!". Este es el espíritu del Budismo. Todos podemos construir, sin falta, un yo coronado por la dimensión de la victoria humana. Este año, mientras entonamos un cantar, un "poema a la vida", avancemos con compostura y dignidad, para mejorar nuestra propia vida, para dar felicidad a los demás, para concretar un mundo en paz. Nuestro comportamiento es un gran poema de alabanza al "yo" que brilla eternamente, a lo largo del pasado, presente y futuro.


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Preciosa Colaboração de SELVIS STOCEL  s3234@yahoo.com Panamá

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